Ya llegó el día que anunciábamos, hoy se celebra el Día del Daño Cerebral Adquirido y en una fecha tan especial este blog se une al manifiesto de FEDACE que podéis encontrar en su web. Lo transcribimos íntegro. A partir de ahora hablan ellos: los afectados y sus familias.
DAÑO CEREBRAL ADQUIRIDO: UNA PRIORIDAD SOCIAL
En España vivimos más de 420.000 personas con Daño Cerebral Adquirido.
Somos personas que, en un momento determinado, ingresamos en el hospital como consecuencia de un ictus, un traumatismo craneal, un tumor u otras causas que dañaron nuestro cerebro.
Esta circunstancia repentina cambió nuestras vidas para siempre. Cuando recibimos el alta salimos del hospital con Daño Cerebral Adquirido (DCA). Esto significa que tenemos graves dificultades para movernos, comunicarnos, entender, orientarnos, recordar, relacionarnos… y, en fin, para llevar a cabo actividades de la vida diaria.
Algunas de estas secuelas pueden mejorar con una rehabilitación funcional adecuada en el marco sanitario y activando recursos y apoyos para la reintegración social en esta nueva etapa de nuestra vida.
Las carencias en el sistema sociosanitario de nuestro país han limitado, en gran medida, la rehabilitación funcional de muchas personas con daño cerebral; restringiendo nuestra inclusión y participación social.
Siendo conscientes de la crisis que vivimos, no entendemos que sus efectos repercutan en personas como nosotros. Los recortes aplicados en sanidad y en servicios sociales suponen un agravio añadido a la precaria atención que se nos venía prestando. Las inversiones inteligentes en salud, inclusión social y en prevención de la dependencia son especialmente necesarias en época de crisis y contribuyen a salir de ella ya que, además de generar empleo, promueven autonomía personal y reducen costes derivados de la dependencia.
Por todo ello, este 26 de octubre, Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido, las personas y familias asociadas en torno a FEDACE reafirmamos nuestro compromiso con los derechos de las personas con discapacidad por daño cerebral y expresamos:
Nuestro rechazo a cualquier exclusión de la rehabilitación de la cartera básica de servicios del Sistema Nacional de Salud. La rehabilitación funcional y su continuidad en la etapa crónica es un tratamiento básico para promover la autonomía y prevenir la dependencia en el caso de las personas con DCA
Nuestra oposición a la limitación o pérdida de derechos. Cualquier freno al desarrollo de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a Personas en Situación de Dependencia; y las restricciones a su financiación, suponen un grave atentado para un colectivo, de por si, precario.
La importancia del movimiento asociativo del DCA y su labor insustituible en la reivindicación de derechos y prestación de servicios de apoyo a las personas con DCA y sus familias. Las asociaciones de familiares y personas con DCA han sido, en muchos territorios, el único soporte que nos ha permitido vivir con dignidad. La retirada de la subvenciones para el mantenimiento de las asociaciones, los recortes en los conciertos de servicios sociales que se ofrecen en ellas y los retrasos en los abonos de algunas subvenciones acordadas, están poniendo en riesgo la prestación de estos servicios y la propia supervivencia de estas entidades
Nuestra confianza en los valores solidarios de nuestros conciudadanos. En estos momentos de precariedad y desconcierto, las expresiones de solidaridad como la del voluntariado, la responsabilidad social corporativa y otras prácticas de activismo social constituyen elementos importantes que animan nuestra labor al comprobar que no estamos solos en nuestro empeño por construir una sociedad más justa y más sabia de la que sentirnos orgullosos.
El lema de FEDACE, y del movimiento asociativo de DCA: UNA VIDA SALVADA MERECE SER VIVIDA, cobra un sentido especial en este contexto y nos reafirma en nuestro compromiso de luchar para que MEREZCA SER VIVIDA CON DIGNIDAD. Por eso expresamos nuestro rechazo a cualquier retroceso en derechos sociales y la demanda de medidas que nos ayuden a vivir dignamente en vez de condenarnos a la exclusión.
FEDACE
26 de octubre de 2012
Como bien dices, lo que se necesita son: "...inversiones inteligentes en salud, inclusión social y en prevención de la dependencia".Saludos.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Rodrigo. Salvamos vidas a las que soltamos a su suerte en la puerta del hospital, ¿es esto inteligente?
EliminarLos terapeutas ocupacionales tenemos mucho por hacer en salud comunitaria para promover esa inclusión social y prevenir situaciones de dependencia. Desconozco la situación de otras comunidades, al menos en Aragón no existimos en ningún centro de atención primaria con el ahorro de recursos que eso supondría. Largo camino por recorrer...
Un abrazo.