12 de diciembre de 2012

Un año después #Diferencia_T #CarnavalSalud

El Carnaval de la Salud que nos proponen desde Wikisanidad gira en este mes sobre la iniciativa "Mírame, Diferénciate" que cumple hoy un año desde su lanzamiento.

Este blog formó parte del grupo inicial, y he ido colaborando en lo que mis posibilidades me lo han permitido, tanto elaborando post como difundiendo los vídeos o actividades realizadas. Tuve una oportunidad de presentar la iniciativa en un evento que quedó frustrada por causas ajenas a mi voluntad y que supuso un mazazo por la ilusión que había puesto en el proyecto.

Pero vamos al lío, y es que la pregunta es: "Mírame, Diferenciate": un año después. ¿Somos diferentes o seguimos igual?"

En mi modesta opinión, que solo es una más entre tantas, no seguimos igual. Un año da para muchos cambios y el más importante sin duda ha sido el que ha venido impuesto desde el gobierno en forma de recortes y más recortes.

Si hace 366 días veía necesario promover que nos parásemos a reflexionar sobre cómo tratamos a las personas en nuestro quehacer diario, ahora que caminamos en medio de incertidumbres se convierte en imprescindible.

Hablábamos de humanizar la atención, y nos encontramos con que las instituciones están pensando únicamente en los números, expulsando de las coberturas a quienes que más lo necesitan. Por fortuna el personal no se deja manipular fácilmente (por algo son gente "con estudios") y está luchando contra estas imposiciones sin sentido.

Medidas como el re co-pago o la reducción de recursos asistenciales hacen que el paciente llegue a las consultas con recelo (a ver cuánto voy a tener que pagar por lo que me van a recetar), y que el profesional esté presionado por dar el menor número de bajas posible (estoy conociendo casos personales que ponen los pelos de punta), recetar lo que le imponen (el tema de los genéricos dan para un debate que no cabe en un post), aumento de población a la que atender y de horas de trabajo... Todos estos factores combinados son una bomba de relojería a los pies de la capacidad de empatía. 

¿Cómo poner una sonrisa en los labios con la que está cayendo? Pues haciéndolo. Porque el que tenemos enfrente no es el responsable de lo que nos ocurre y tratándolo con desgana no vamos a arreglar nuestros problemas, muy al contrario los aumentaremos.

Es difícil dar un puñetazo en la mesa y luchar por salir de este círculo vicioso negativo que nos atrapa, pero no imposible. Requiere esfuerzo por nuestra parte, más al principio y poco a poco será más sencillo hasta llegar a interiorizarlo y convertirlo en una rutina. Somos profesionales desde el primer día hasta el último, y no vale eso de "para lo que me queda en el convento...". Solo hay que tratar como quisiéramos que nos trataran, sin juzgar más allá.

Hay que seguir remando aunque el río lleve las aguas turbias, a la vuelta de cualquier meandro encontraremos que hay un remanso en el que se calman y veremos el fondo, con sus peces y sus piedras, que siempre han estado ahí aunque el lodo no las dejaba ver en el tramo anterior.

¿Y tú, qué opinas?

2 comentarios:

  1. Que es cierto, algo ha cambiado y con la que nos esta cayendo y lo que queda.... al menos salir satisfechos del trabajo porque lo hagamos de la mejor manera posible y ese cambio empieza por nosotros mismos.

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  2. Y qué maravilla poder contar con compañeros así; porque nada es igual; porque somos diferentes!

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